Intenta llevar el menor equipaje posible. Este suele ser uno de los grandes errores de quienes se aventuran en un viaje de este tipo. Cuanto más ligero, mejor: Llévate lo imprescindible.
- Infórmate de los lugares que visitas
Siempre hay tiempo para improvisar pero se aprovecha mejor si sabes qué quieres visitar, a qué horas se encuentra abierto y si puedes evitar colas comprando las entradas con antelación. Toda aquella información que puedas recopilar antes del viaje te servirá para disfrutarlo mucho mejor.
- Reserva el alojamiento con antelación
Muchas ciudades europeas pueden estar llenas de turistas y es posible que lleguéis y os resulte difícil encontrar un lugar para dormir. Una buena opción es la red albergues juveniles, para lo que será necesario tener el correspondiente carnet de alberguista internacional.
Conviene ahorrar en cosas menos importantes como souvenirs y asegurarse de una buena alimentación e hidratación, especialmente si el verano es caluroso. Podréis ahorraros alguna noche de alojamiento viajando en un tren nocturno. Recuerda que el carnet joven o el carnet de estudiante te permitirán disfrutar de descuentos en muchos lugares.
- Ten cuidado y no te olvides
Ten a buen recaudo pasaporte, tarjeta sanitaria, el resto de la documentación, dinero, objetos de valor, teléfonos de emergencia, y los contactos de Embajadas y Consulados.